Nuestra Historia

Un Club Olímpico desde 1934
Nacido de la pasión por la natación, el Club Natación Metropole comenzó su andadura en la piscina de 20 metros del antiguo Hotel Metropole, la primera de la isla. Este humilde comienzo fue el germen de una entidad que pronto se convertiría en un pilar del deporte canario. El club fue una pieza clave para formar la Federación regional, abriendo las puertas a la competición a nivel nacional.
El espíritu competitivo del club dio sus frutos rápidamente. Un momento decisivo llegó en 1941, cuando el equipo de natación de Canarias, con una base fundamental de deportistas del Metropole, logró la hazaña de proclamarse Campeón de España. Este y otros éxitos impulsaron una era de crecimiento, que culminó con la inauguración de las actuales instalaciones en 1965. Este hito no solo dotó al club de una sede de primer nivel, sino que lo consolidó como un centro neurálgico para los deportes acuáticos y forjó su identidad como cuna de deportistas olímpicos y campeones internacionales.

Un Sueño Nacido en Bolzano
Toda gran historia tiene un comienzo, y la nuestra arranca con dos auténticos apasionados de los saltos: Paco Acosta, entonces entrenador del club, y Armando Vera, vicepresidente. Durante un viaje a Bolzano (Italia) con la selección española, quedaron tan fascinados por la magia de una de las grandes competiciones de verano que se hicieron una pregunta: "¿Y si trajéramos este espectáculo a casa?". Pero le dieron una vuelta de tuerca genial: en lugar de en verano, lo harían en invierno, aprovechando el tesoro de nuestro clima. Así nació la idea de crear una cita única, un auténtico imán para los mejores saltadores del mundo que buscaban un lugar para competir al más alto nivel mientras en sus países el frío apretaba.
Una Constelación de Estrellas
La idea no tardó en despegar, y desde 1976, el evento se convirtió en un éxito. No solo puso a Gran Canaria en el mapa mundial de los saltos, sino que sirvió de increíble trampolín para los talentos de casa. Campeones olímpicos como el ruso Dmitry Sautin, la sueca Ulrika Knape o el estadounidense Mark Lenzi, campeón en Barcelona '92 y que compitió en nuestras instalaciones en una de las primeras ediciones, han honrado nuestra competición, consolidando el prestigio y la tradición que hoy nos definen. Con más de 40 ediciones, es de facto la segunda competición más longeva de su clase en todo el mundo.

El Motor del Talento Canario
Aquel sueño de que nuestros deportistas se midieran con los mejores dio sus frutos. La competición fue el caldo de cultivo para pioneros como la olímpica Conchita García Rubio y leyendas como Rafael Álvarez. Hoy, ese legado está más vivo que nunca con la nueva generación, liderada por el espectacular Nicolás García Boissier, que ya ha hecho historia con un bronce en el Mundial de Doha y un diploma olímpico en París, demostrando que la Metropole Diving Cup sigue siendo el combustible perfecto para llevar a nuestros saltadores a lo más alto.

Una Torre Histórica con Miras al Futuro
El corazón de la competición es la Torre de Saltos Roque Díaz, una estructura que es historia viva del club desde 1961. Aunque el paso del tiempo hace necesaria una remodelación, su espíritu competitivo sigue intacto. Gracias al apoyo del Gobierno de Canarias, la hemos equipado con trampolines de última generación, idénticos a los utilizados en los Juegos Olímpicos de París 2024, combinando así nuestro legado histórico con la más alta tecnología para seguir mejorando entre los mejores.